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viernes, 22 de mayo de 2009

Mi cuento

Hoy , tomé una decisión! Los últimos veintidós días fueron lo bastante para decir adiós. Cada día que viví con ella en ese periodo fue maravilloso, pero ahora basta. El olor que me entra por la nariz déjame tonto y también las habitaciones están infestadas con su olor. ¿Cómo puede ser, alguien oler tan bien cuando vivo y en tan poco tiempo ya estar así. Confeso que intenté mejorar el olor colocando en todo su cuerpo desinfectantes, alcohol y hasta mismo “formol”, mientras su piel continuaba hinchar.
La semana pasada cuando yo fue a la panadería, ya había pensado sobre su hinchazo, pues el padero estaba explicando a una señora como se hace panes, decía que era necesario dejar el concentrado parado pues así él iba crecer. Entonces pensé: “Es así también con los Hombres.” Mientras había solamente cuatro días que ella estaba allí parada, sentada en aquella silla y la sopa ya estaba fría. Fue así que ella partió, tomando sopa.
Ayer, estuve desconfiado que nuestros vecinos ya estuviesen sentindo el olor, ya habían veintiuno días que la casa no era abierta, ni siquiera una ventana. Y eso era todo que ella no quería, no que tiñésemos algún problema con los vecinos, solamente no teníamos contacto. Desde pequeño ella siempre me decía para no envolverme con los vecinos, con los colegas de la escuela, decía que por toda la vida seríamos solamente yo y ella. Y yo acredité, y viví todos los mis treinta y dos años al su lado hasta que un soplo pasó en su cuerpo.
Ya case no la reconozco.

4 comentarios:

  1. hay siempre un fin

    Pero es solo un principio para usted

    hasta

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  2. Que bello cuento...
    Un pequeno momento que no hace piensar en las personas que amamos y que se pueden ir asi...

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  3. La relación parece de madre y hijo.

    Buen cuento, Ítalo.

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  4. ¡Me gustó muchísimo su cuento! Es lleno de palabras poéticas.... :)

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